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viernes, 27 de enero de 2012

Bendición

Dice Ef 1.3 que hemos sido bendecidos con "toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo". ¡Esta es una verdad maravillosa!, pero ¿conocemos el alcance de nuestra bendición?. La bendición de Dios es algo que va mucho más allá de lo temporal, es mucho más que los bienes materiales, la salud o pillar el metro a tiempo. Alcanza nuestra vida en el mundo venidero y alcanza ¡nuestra vida aquí!. Tenemos dos tipos de bendiciones, las bendiciones temporales, y las bendiciones eternas, ¿cuales prefieres?, ¡Dios nos está bendiciendo los dos sentidos!. ¿Cómo podemos estar seguros de eso?, porque cuando uno está enfermo, deprimido o es rechazado y despreciado ¡no se siente demasiado bendecido!. Sin embargo, es en los momentos de pérdida cuando podemos entrar en contacto con el Dios de toda bendición y experimentar consuelo, gozo y crecer en el conocimiento de Dios, exactamente como le ocurrió a Pablo, que aún estando en la cárcel animaba a otros a gozarse en el Señor (Fil 3.1). Lo primero que debemos tener bien claro: EL FIRME PROPÓSITO DE DIOS ES BENDECIRNOS, es lo que dice 1 Pe 3.9: hemos sido llamados para "heredar bendición". Si bien es cierto que también la Biblia enseña que hemos sido llamados para seguir a Cristo, lo cual implica cierta medida de sufrimiento (2.21), pero ¡aún los sufrimientos Dios los transforma para bien! (Rm 8.28), así que podemos decir confiadamente que las pruebas, las penas, las pérdidas Dios las transformará en bendición, y Dios las está usando para acercarnos a Él. Dios le prometió a Abraham que le bendeciría (Gn 22.17) y esta promesa se la repitió varias veces a lo largo de su vida, no sólo a él, sino a su hijo Isaac (26.24), lo cual nos enseña que la bendición de Abraham alcanza también a sus descendientes. De Abraham se nos dice que es el padre de la fe (Rm 4.16) y de nosotros los creyentes se nos dice que somos linaje suyo (Gal 3.29) por cuanto seguimos el ejemplo de Abraham al comenzar nuestro andar espiritual por fe. La principal bendición que nos viene de forma corporativa como descendientes de Abraham es Cristo, y junto con Él una incontable cantidad de bendiciones que van mucho más allá del perdón de pecados y una morada en el Cielo. ¿Dónde está nuestra fortaleza como creyentes?, nuestra fortaleza crece cuanto mayor sea nuestra confianza en Dios, ¿y qué ha dicho Dios?, que desea de todo corazón bendecirnos (entendiendo bendición en su sentido más amplio). Recuérdate a tí mismo que Dios te ama, y desea bendecirte, si estás pasando una prueba di: "Gracias Señor, porque esta terrible prueba tú la estás usando para bendecirme y acercarme a tí". ¡Nunca te sientas desamparado!, las bendiciones de Dios son para tí, ¡las bendiciones de Dios son tuyas al haber sido injertado en Cristo!, ¡Dios es con nosotros!, ¡Dios desea bendecirnos!, ¡Dios desea tener comunión con nosotros y hacernos semejantes a Cristo!, somos nosotros los herederos de la promesa que Dios hizo a Abraham, los descendientes espirituales de Abraham. Enumera estas cosas y recuérdatelas a tí mismo, ¡tenemos más razones para estar gozosos que para estar tristes!.